Querido tío Arsenio,
este es un pequeño pero sincero homenaje a quien le debo mi inspiración y amor por este hermoso deporte de los gallos.
Nacido en 1942, fuiste el primero de nuestra familia en adentrarse en este apasionante mundo gallístico. Tus recorridos por los ranchos de San Luis Potosí, tu dedicación incansable y tu pasión por los gallos dejaron una huella profunda en quienes te rodeamos.
Nunca olvidaremos aquellas legendarias peleas de gallos, como las que tuviste frente al entonces famoso cantante Gerardo Reyes, que quedaron marcadas en la memoria de todos los que compartimos tu camino.
Gracias por abrirnos la puerta a esta tradición, por transmitirnos tu legado con orgullo y humildad.
Descansa en paz, tío.
Tu espíritu vive en cada pluma, en cada combate, y en cada gallo que alza vuelo en honor a tu nombre.